Tenemos que ensayarla

Mi papá siempre era muy crítico en cuestión de música, libros, cine y televisión. Debo confesar que hay cosas que todavía no las veo, ni las leo porque su opinión me influyó en algún momento, como "El Código Da Vinci" ("termina muy chafa" -el libro, la película nunca quiso verla-), "Gladiador" ("tiene errores históricos"), los libros de superación personal ("porque solo sirven para que se supere en $$ el autor"), entre otras. Pero en música, yo tenía mis propios gustos, aunque él me los criticara.

Cuando niña, a veces mi papá llegaba a casa con una partitura que había comprado en el centro y en algunos casos, me hacía tan feliz porque coincidía totalmente con mis gustos.

Así llegó a la casa la partitura de "Killing me Softly" de Roberta Flack. Yo la había escuchado en el radio (en estaciones que él no escuchaba y que muchas veces me criticaba) y sin saber inglés empecé a cantarla mientras él la tocaba en el piano. Esa canción se volvió una de las muuuuchas que siempre decía "tenemos que ensayarla".

Ese era un punto en donde convivíamos lo mejor que podíamos. Yo con mis limitaciones musicales y él con su limitada paciencia para enseñarme. No se si pensaba que me aburriría si realmente la ensayábamos una y otra vez, pero ese ensayo nunca llegaba. Y así un día, de la nada, volvía a tocarla y yo a cantarla con él, volvía a corregir el tono, a anotar cosas en su partitura, a marcarme cosas y a decir "tenemos que ensayarla".

La última vez que le canté al oído mientras lo arropaba, fue "Quizás, quizás, quizás" y recuerdo que lloró. Le pregunté "¿Tan feo canto?" (con ese tono de broma que no dejé de usar aún en esos tiempos rudos donde el dolor y el cansancio los tenía a flor de piel por el maldito cáncer). Él me respondió, "No, lo hago porque soy feliz al oírte". Fue la única vez que me dijo que lo hacía feliz oírme cantar. Yo lo sabía, pero solo me lo dijo ese día. Todavía se me ruedan las lágrimas al recordar el momento.

Tiene días que me he obsesionado con "Killing me softly". He oído incontables versiones en youtube y cada vez que escucho y tarareo una de ellas, siento que me dice "canta bonito ¿quién es?", "suena distinto, pero me gusta ¿quién canta?" y casi puedo revivir esos tiempos que algo así lo hacía ir hacia el piano, sentarse, sacar sus notas y volver, por enésima vez a corregir el tono porque "cantas más abajo", "es un tono rarísimo", "siempre me pones examen con estas transportaciones" y volver a oir su eterno "tenemos que ensayarla".


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